El Nuevo Día/GDA
El Universal
Miércoles 23 de septiembre de 2009
Los viajeros conquistan las redes sociales en la web e intercambian allí información, experiencias y sus fotos
S i usted es como millones de usuarios de las redes sociales de Internet, es posible que en su próximo viaje de vacaciones, en vez de enviar una postal, actualice su paradero a través de Facebook o Twitter.
Más aún, en vez de aburrir a sus amigos con un “obsoleto” álbum de fotografías tradicionales, las colgará en Flickr o en Facebook, para que sus amigos, y los que no lo son, las puedan ver y comentar.
De hecho, las redes sociales virtuales se han convertido en los espacios de moda para que muchas personas compartan sus experiencias de viajes, al igual que las fotos que toman en sus periplos.
Pero no son los únicos que están aprovechando la oportunidad. Las oficinas de turismo de muchos países, así como de importantes ciudades y capitales en el mundo ya se han montado en la misma onda y han abierto páginas en Facebook para promocionar sus destinos.
De la misma forma, también se han desarrollado páginas para que los viajeros desarrollen sus blogs y cuenten sus experiencias viajeras. Un ejemplo de eso es el blog de viajes ‘max12’ del chef Max Gsottschneider, dueño del restaurante Chimichurri, un viajero incansable que escribe en la página cibernética www.viajeros.com.
“Accesé ese ‘site’ porque me da algo más que un libro de turismo. Me da un ‘inside’ diferente (de los destinos)”, dice Gsottschneider, un trotamundos por vocación que comenzó a contar sus vivencias viajeras en el 2006.
Según Gsottschneider, el mismo programa que utiliza en su blog, recopila las fotos que él quiere que acompañen cada artículo. “O sea que si yo posteo 50 fotos para cinco artículos, se pueden ver todas”, explica el bloguero, quien destaca que no tiene que pagar por este servicio. Pero está de acuerdo en que no hay formas de obtener una protección para que las fotos no sean utilizadas o editadas por terceras personas.
“Lo que pongo en Internet es simplemente para que otros viajeros se beneficien de mi experiencia”, añade Gsottschneider, tras destacar que escribir un blog o bajar las fotos es una tarea relativamente fácil. “Después de escribir la experiencia del viaje y los consejos, hay un ‘browser’ desde el que te permiten bajar cierta cantidad de imágeness”, agrega, y “que se reformatean automáticamente a unã resolución menor”.
Y no hay dudas de que es una gran forma de compartir la información de un viaje con los amigos, dice Vicente Pimienta, un proveedor de servicios de Internet y dueño de yourwebnow.com. Pero advierte que la gente debe saber que esto también tiene unas consecuencias.
Sobre todo, dice Pimienta, porque colgar una foto o publicar una información en uno de esos portales sociales “tiene un costo”, aunque se diga que el servicio es gratis.
“Puede parecer la solución perfecta. Pero una vez que pones fotos o información en estas redes sociales, como Facebook, Twitter y Flickr, -que son todas muy parecidas-, ellos pueden hacer con ella lo que quieran”, afirma Pimienta, quien señala que de la misma forma que se tiene que dar un “release” para que un medio publique una foto, cuando se cuelga una imagen en Internet, también se hace lo mismo al aceptar los términos y condiciones.
“Eso quiere decir que cualquiera puede copiarte la foto y pierdes los derechos. Pero va más lejos aún, Facebook, por ejemplo, tiene derecho de revender la foto o a editarla para los propósitos que ellos decidan”, explica Pimienta, tras opinar que debido eso, es que estos servicios son gratis.
Álbumes digitales
Poder almacenar sus fotos y vídeos en una aplicación web que le permita clasificarlas y compartirlas ‘online’ con sus amistades y familiares es uno de los servicios más populares en estos días.
De hecho, en Internet existen diversos servicios de álbumes fotográficos, generalmente páginas en las que los internautas pueden archivar y compartir sus fotografías con los demás.
Uno de los más populares es Flickr, que permite clasificar las fotos por categorías, escribir perfiles del autor y enviar las imágenes por correo electrónico con comentarios. También es un servicio abierto en el que no hace falta estar suscrito para ver las fotos que otros cuelgan en la Red, siempre que los autores de las imágenes no digan lo contrario. Bajar las fotos a la aplicación, según los expertos, es fácil. Sólo tiene que seguir las indicaciones que le va dando la aplicación, paso a paso.
Flickr también es un lugar de reunión de aficionados, una sala de exposiciones y un vehículo de comunicación de experiencias e iniciativas que se comparten y se llevan a cabo online.
La red cuenta con una versión gratuita y con otra de pago, llamada pro. Actualmente, los suscriptores de cuentas gratuitas pueden subir dos vídeos y 100 MB en fotos al mes. Mientras que los suscriptores de cuentas pagadas disponen de espacio de almacenamiento y ancho de banda ilimitado.
Cuando un usuario de Flickr no desea que sus imágenes puedan ser descargadas, tiene la posibilidad de especificarlo en el momento de subirlas y después siempre saldrá la protección del ‘spaceball.gif’ cuando alguien intente descargarla.
Sin embargo, según Vicente Pimienta, existen formas de lograr descargarlas. De la misma, afirma el experto, al acceder a los términos y condiciones para subir las fotos, Flickr adquiere los derechos sobre las fotos.
Algunos blogs viajeros
www.viajeros.com
www.flickr.com/groups/blogdeviajes
www.blogturistico.com
www.dondeviajar.es
www.blogdeviajes.com.ar
www.todosobresafaris.com
www.mochileros.org
www.losviajeros.com
cvtp